Imagina esto: estás en una hermosa fuente de sodas, disfrutando de una deliciosa malteada con tus amigos más cercanos; te la estás pasando de lo mejor, la plática es muy amena y terminan hablando acerca de las mejores formas de acompañar una malteada como la que tienes enfrente. En eso, sientes la necesidad de buscar una publicación en Facebook que viste justo en la mañana, entonces como por arte de magia, una de las publicaciones es un anuncio publicitario de “las mejores papas fritas de la ciudad”, poco después viene otro “Aros de cebolla para chuparse los dedos”.
¿Qué pasa? ¿Facebook está escuchando mis conversaciones? Pues no, simplemente Facebook sabe que buscaste la localización de la fuente de sodas en donde estás, o tal vez le mandaste un mensaje a uno de tus amigos a través de Whatsapp, incluso tal vez hiciste Check-In en la fuente de sodas. Toda esta información, que aunque nosotros solo compartimos con amigos y familiares, se almacena en las redes sociales que usamos y es revisada constantemente por la inteligencia artificial y los marketeros en general. Esto es el análisis en tiempo real.
El análisis en tiempo real no es más que el uso de la constante lluvia de datos del usuario en vivo, esto ayuda posicionar anuncios que le puedan interesar justo en ese momento. Algo así como si el usuario fuera un rey que necesita un caballero y todos vamos a postularnos como el próximo gran caballero de la corte. Esto es un sueño para el marketing por tres razones; la primera: ver la historia del cliente funciona, pero el usuario está en constante cambio y tener acceso a ella mientras se escribe nos permite saber con exactitud qué es lo que quiere ahora mismo. Segundo, podemos rescatar insights de nuestro mercado como un bajón repentino en las ventas, o una bandera roja en redes sociales. Tercero, competitividad. Al poder manejar estrategias en el momento hace que nuestra marca robe terreno contra aquellas que siguen analizando toda la información cuando ya pasó.
Aunque sólo escuchar la frase “datos de usuarios en tiempo real” nos pueda hacer entrar en pánico, después de todo se estima que para 2020, 1.7 megabytes de información será creada cada segundo por cada ser humano en el planeta, la realidad es que puede ser una herramienta muy poderosa y sencilla para nosotros. Como todo, el éxito está en aprender a usarlo.
El manejo de datos en tiempo real nos puede servir para crear un ambiente de seguridad a la marca. ¿Alguien subió un tweet hablando mal de la marca? Lo puedes saber en 1 segundo y atacar el problema. ¿Está teniendo más éxito tu spot de 15 segundos que el de 30? Lo cambias en ese momento, rápida y eficientemente. ¿Qué pasa cae una lluvia torrencial en una de tus tiendas? Promoción en sombrillas, ahí mismo, aprobado y actualizado por el corporativo. ¿Nació un boom de suéteres y tu tienda podría no darse abasto? No, gracias a los datos en tiempo real, se sobreabasteció la tienda y todos los clientes se fueron con su suéter.
En tiempo real podemos reaccionar en segundos y si lo llevamos a Machine Learning, la plataforma puede reaccionar en microsegundos, analizar la información, referenciarla con la tienda y preparar el ataque mercadológico. Si el cliente se sale de la tienda virtual por alguna razón y dejó el carrito electrónico abandonado, en ese momento puede obtener un cupón en su e-mail para que haga su compra, o el envío gratis, o una promoción, las opciones son infinitas.
Fuentes
www.sas.com
www.dzone.com
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