El ciclo de vida del marketing

 

El gol de todas las marcas es tener una estrategia de marketing que las lleve a tener conversiones, confianza, calidad y recomendaciones «mouth to mouth», que suelen ser las que generan más ganancias reales y fidelidad por parte del consumidor.

 

La vida de una marca debe pasar por diferentes momentos para que pueda desarrollarse y crecer adecuadamente, durante todas estas etapas irá generando diferentes tipos de comunicación, estrategias y sobre todo, consumidores que pueden quedarse fijos o transitar entre nuestra marca o los competidores, sin embargo, por medio de insights y de una buen social listening, podemos determinar qué es lo que nosotros podemos ofrecerle por sobre las competencias.

 

En el camino a descubrir qué le da plusvalía a nuestra marca o servicio, pasaremos por 4 etapas:

 

Alcance. En la etapa de alcance, tenemos que definir qué medios son los que se adaptan mejor al mensaje que nuestra marca va a transmitir. El medio a utilizar también depende del target, podemos dirigirnos a un público en específico o querer abarcar a una gran cantidad de personas y para los dos objetivos existe el medio adecuado. Esta etapa también puede llevarse a cabo por medio de técnicas

 

Acto. Esta etapa es en la que preparamos a nuestra audiencia para obtener nuestro producto o servicio, se requerirá de acciones específicas como CRO, u optimización del ratio de conversión, esto nos llevará a mejorar nuestra página, su performance y, por lo tanto las conversiones. Una vez que nuestro producto esté en boca de todos, buscarán conocer cada aspecto de él, por lo que debemos tener todas nuestras redes actualizadas.

 

Conversión. La etapa que toda empresa espera con ansias y con buenos resultados. Cuando llegamos a esta etapa podemos ver todos los esfuerzos que, conjugados, tienen como resultado una buena conversión. Este momento sirve también para desarrollar insights sobre la campaña en total, pues los canales, mas la comunicación derivarán en personas satisfechas, con ganas de consumir lo que ofrecemos y, de haber cumplido el objetivo, con ganas de volver.

 

Engagement. Después de haber cumplido con la parte más difícil del recorrido, viene el engagement. ¿Cómo vamos a reimpactar a la audiencia que ya conoce y ya consumió? Puede ser que hayan quedado satisfechos con la primera aproximación, lo cual es un arma de doble filo, pues de haber quedado satisfechos con un producto o servicio de calidad, el revenue depende de las recomendaciones o de otra compra.

 

Operar en el mundo del marketing requiere de mucha determinación, pasión y compromiso. Los marketeros deben tener un alma curiosa dispuesta a superar los retos y con la fortaleza suficiente para superar una derrota. ¿A cuántos no les ha pasado pensar que tienen la estrategia perfecta y a la mitad del camino todo se derrumba? Las audiencias y los canales a través de los cuales las impactamos, cambian a cada segundo; casarse con una idea que no sea la de tener éxito, es una necedad. El marketing palpita, vive y se regenera, es importante analizar, recavar información, experimentar y no detenerse ante un tropezón. Aprendamos a madurar con nuestra marca.


Fuente
www.smartinsights.com