Sexting, lo divertido y no tanto del sexteo

Selfies

La forma en la que los humanos interactuamos cambia dependiendo las tecnologías que se crean. Con la llegada de Internet y su difusión, llegó un sinfín de formas distintas para explorar la comunicación y con ello se crean formas distintas de explorar la sexualidad.

La mayoría de la gente que hemos crecido con el internet conocemos o estamos familiarizados con el sexting. El sexting es una práctica donde se comparte el ejercicio de la sexualidad a través de internet; la mayoría de los casos se realiza por medio de smartphones y haciendo uso de redes sociales, especialmente Facebook, WhatsApp o Snapchat.

El término se crea de la unión de “sex” y “texting” y se refiere a mensajes de texto con connotación sexual. Con el desarrollo de la tecnología en la comunicación móvil y la difusión de los teléfonos inteligentes el concepto se ha ampliado para incluir los tres medios: textos, fotos y videos con fines eróticos.

Según datos de la Alianza para la Seguridad en Internet, México es el primer lugar en la práctica de sexting en América Latina, un dato nada extraño, tomando en cuenta el tamaño de la población y la penetración cada vez mayor de Internet en el país. Lo alarmante de este descubrimiento es que, aunque el sexting puede ser creado por cualquier usuario, es mayormente popular entre menores de edad.

Una encuesta realizada por la misma Alianza a más de 10mil estudiantes entre 12 y 16 años de edad demostró que, casi 8% ha enviado o reenviado imágenes personales desnudos o semidesnudos, 10.2% ha redactado y enviado mensajes con insinuaciones sexuales y 36.7% conoce a alguien que haya enviado imágenes de este tipo.

No olvidemos que en México hay más de 11 millones de personas entre 6 y 19 años utilizando las tecnologías de información y comunicación; si aplicamos estos porcentajes significaría que casi 4 millones de jóvenes conocen a alguien que ha enviado o reenviado imágenes suyas desnudo o semidesnudo a conocidos o extraños.

Según la encuesta, los adolescentes envían imágenes de sexting porque son parte de un romance juvenil y es una expresión de su intimidad, por coqueto, lucimiento, por impulso, presión social por parte de los amigos, venganza, bullying o intimidación y chantaje. 20% de estos mensajes son enviados a novios o novias, 21% a la persona a la que se sienten atraídos, 19% a ex novios y 18% a amigos cercanos.

Estas cifras fueron tomadas como una señal de descomposición social y decadencia por el Instituto Nacional de Acceso a la Información y otras instituciones, que respondieron con una campaña titulada: “Pensar antes de sextear: 10 razones para no realizar sexting“. Este video es parte de la campaña:

¿Por qué es un riesgo el formato en el que se envían las imágenes?

De la misma forma en la que las facilidades para copiar- pegar información del formato digital han impulsado inadvertidamente a muchos usuarios incurrir en piratería, esas mismas facilidades están provocando que las imágenes de sexting sean transmitidas en medios que pueden quedar al alcance de mucha gente; que talvez no deberían verlas. Cuando estas fotografías o videos son publicados en los diferentes medios socio-digitales pueden convertirse en millones de copias sin autorización del usuario.

El formato en el que se envían las imágenes en sexting es peligroso a la integridad tanto de los adultos como de los adolescentes.

Cuando se trata de adolescentes, mientras más atrevidas sean las imágenes, más difícil les resulta controlar y no compartirlas. La divulgación generalizada de estos contenidos privados en el ámbito público de internet puede tener consecuencias sociales graves para los menores exhibidos, como daño emocional y a la reputación.

Si bien las distancias se acortan gracias a las posibilidades que ofrece la conectividad vía Internet, en ocasiones no resulta ser el medio idóneo para expresar algunas sensaciones. Las generaciones que nacieron después de los 80, conciben a la tecnología como parte integrante de la sexualidad.

La conectividad da forma a un enorme espacio virtual en el que se almacena todo lo que se hace en Internet: cada like, imagen, estado, tuit y cuenta creada se aloja en un servidor, cuya interfaz es visitada por miles de millones de personas cada segundo. Es casi imposible que un contenido que “suba” a la red pueda desaparecer con el simple hecho de borrar la fuente original, pues la facilidad de replicar y crear una copia exacta de cualquier archivo en medio de un público que aumenta exponencialmente.

Con el nacimiento de Snapchat, los usuarios más jóvenes han encontrado una interesante alternativa para poder hacer sexting, esto por el funcionamiento que tiene la misma app, en la que los mensajes tienen una vigencia, más si son mandados de forma directa, el receptor sólo podrá ver “rápidamente” la imagen o el texto antes de que desaparezca.

Así es que con diversas opciones existentes y la apertura que hay en medios y en la sociedad misma, el sexting seguramente irá en aumento hasta convertirse en algo casi cotidiano, donde prácticamente todos participen de eso al menos una vez.

Entendiendo esto último, estos son seis pasos para hacer del sexting una práctica placentera y totalmente segura.

1. Decisión consensuada

Como cualquier otra práctica sexual, el sexting es una actividad que forzosamente requiere del consentimiento y el común acuerdo de las personas involucradas. Al igual que el sexo debe existir un deseo compartido para que el acto de sextear sea natural y cómodo.

2. Responsabilidad y confianza

El hecho de que sextear se trate de una práctica sexual virtual no significa que no requiere de responsabilidad y confianza mutua, debes tener en cuenta el grado de responsabilidad y confianza que tienes con quienes practiques esta experiencia sexual.

El sexting debe ser un acto de confianza mutua, donde ambos deben conducirse con la inteligencia y responsabilidad suficiente como para saber que los datos que comparten son delicados y revelan parte de su sexualidad, por lo que deben mantenerse privados. Se trata de un círculo que, de ser exitoso, no tiene por qué poner en riesgo la seguridad de tu información privada.

3. Anonimato

Cuando creas que la situación no está del todo bajo control y la confianza puede romperse fácilmente. El anonimato es una medida preventiva para evitar el éxito de posibles delitos contra la información privada. No muestres tu cara ni rasgos que te identifiquen fácilmente, como tatuajes, rasgos específicos tuyos o sitios inconfundibles de tu hogar.

4. Uso de plataformas seguras

Evita compartir este tipo de imágenes en redes Wi-Fi públicas o smartphones, tablets o computadoras ajenas. Las redes sociales más utilizadas como WhatsApp, Facebook, Twitter, Instagram o Snapchat son especialmente vulnerables a intromisiones o robo de identidad y datos por terceros.

La mejor opción es utilizar sistemas de mensajería encriptada y que eviten que los mensajes se alojen en un servidor y puedan ser replicadas. Prueba con apps como Confide, Bleep, Wickr o servicios de mensajería instantánea sin vinculación con tu número de teléfono.

5. Almacenamiento de fotografías

Sean tuyas o de alguien más, evita guardar fotografías en tu teléfono móvil o cualquier dispositivo que utilices para sextear. La mayoría de smartphones realizan copias de seguridad de tus archivos, especialmente los que compartes a través de aplicaciones de redes sociales, asegúrate de borrar el caché periódicamente y eliminar todos los datos almacenados en tu memoria.

6. Mantenlas en un sitio seguro

Si quieres conservar una imagen, asegúrate de guardarla bajo carpetas encriptadas y en un sitio seguro, como una memoria extraíble o un disco duro externo junto con un respaldo. No es recomendable guardar imágenes en smartphones o dispositivos móviles que pueden ser extraviados o robados fácilmente.

Así que la próxima vez que quieras practicar sexting y compartir una parte de tu sexualidad, piensa cuántas personas podrían estar observándote y asegúrate de hacerlo por medio de las redes más seguras y con alguien de tu entera confianza.


Fuentes:
http://asi-mexico.org/
https://www.youtube.com/
http://culturacolectiva.com/